La morosidad es uno de los mayores desafíos para las empresas españolas. Según datos del Banco de España, el periodo medio de pago en operaciones comerciales se sitúa en torno a los 43 días, muy por encima de lo establecido en la Ley de Morosidad. Este retraso sistemático en los cobros tiene un impacto directo en la liquidez, la capacidad de inversión y, en última instancia, la viabilidad de muchas empresas.

Sin embargo, nuestra experiencia trabajando con empresas de diversos sectores nos ha demostrado que es posible reducir significativamente el impacto de la morosidad en apenas 90 días implementando una estrategia estructurada. A continuación, compartimos un plan en tres fases que ha demostrado resultados consistentes.

Fase 1 (Días 1-30): Diagnóstico y organización

El primer mes debe dedicarse a un análisis exhaustivo de la situación actual y a la implementación de las bases para una gestión eficiente:

1.1. Análisis de cartera de impagos

Comience segmentando su cartera de deudores según criterios relevantes:

1.2. Identificación de cuellos de botella

Analice su proceso actual de cobros para detectar ineficiencias:

1.3. Establecimiento de métricas clave

Defina los KPIs que utilizará para medir el progreso:

1.4. Implementación de herramientas básicas

Como mínimo, en esta primera fase debería contar con:

Fase 2 (Días 31-60): Automatización y optimización

El segundo mes se centra en la automatización de procesos y la implementación de mejoras basadas en el análisis inicial:

2.1. Implementación de recordatorios automáticos

Configure un sistema de notificaciones automáticas con las siguientes características:

2.2. Diversificación de canales de comunicación

Utilice diferentes canales según la gravedad y el perfil del cliente:

2.3. Facilitación del pago

Implemente medidas para eliminar barreras al pago:

2.4. Optimización de procesos internos

Mejore la coordinación entre departamentos:

Fase 3 (Días 61-90): Refinamiento y análisis avanzado

El tercer mes se dedica a ajustar la estrategia basándose en los resultados de las fases anteriores y a implementar técnicas avanzadas:

3.1. Análisis de resultados y ajustes

Evalúe los datos recopilados durante los dos primeros meses:

3.2. Implementación de técnicas predictivas

Utilice los datos disponibles para anticiparse a futuros impagos:

3.3. Formación del equipo comercial

Involucre a su equipo comercial en la prevención de impagos:

3.4. Evaluación y documentación

Finalice el ciclo con una evaluación completa:

Resultados esperados tras 90 días

Basándonos en nuestra experiencia con clientes que han implementado este enfoque, puede esperar los siguientes resultados tras los primeros 90 días:

Es importante destacar que estos resultados varían según el sector, el tamaño de la empresa y la situación inicial. Sin embargo, en todos los casos hemos observado mejoras significativas que justifican ampliamente la inversión en tiempo y recursos.

Conclusión

La morosidad no es un problema inevitable al que las empresas deban resignarse. Con un enfoque sistemático y la implementación de las herramientas adecuadas, es posible reducir drásticamente su impacto en un periodo relativamente corto de tiempo.

La clave está en combinar un análisis riguroso con la automatización de procesos y un seguimiento constante de los resultados. Este enfoque no solo mejora los indicadores financieros a corto plazo, sino que establece las bases para una gestión eficiente y sostenible de los cobros a largo plazo.

En Mtyfer hemos acompañado a numerosas empresas en este proceso de transformación, proporcionando tanto la metodología como las herramientas tecnológicas necesarias para implementar cada fase con éxito. Si desea conocer más sobre cómo podríamos ayudarle específicamente a su organización, le invitamos a contactar con nuestro equipo para una evaluación personalizada.